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Mar Azul

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A siete kilómetros de Vila Gesell, en un añoso pinar frente al mar y con una amplia playa de finas arenas, se sitúa este balneario que, junto a Mar de las Pampas y Las Gaviotas, son las últimas realizaciones de la Costa Verde Argentina. Está dotado de una moderna infraestructura de Apart Hoteles, hosterías, autocampings, cabañas, restaurantes, centro comerciales, inmobiliarias, unas cien viviendas con residentes permanentes y otras cuatrocientas que se alquilan durante el verano.
La historia de Mar Azul se remonta al año 1945 cuando Don Ricardo Bartolomé Astengo Morando y sus socios, adquieren en remate a la sucesión de Don Eduardo Credaro aproximadamente 1900 Ha de médanos vírgenes, un autentico desierto frente al mar.
Esta amplia fracción colindaba al noreste con Villa Gesell, al noroeste con la estancia «Macedo» de Don Federico y Alejandro Leloir y al sur con la estancia de los Santamaria.
Astengo Morando, era hombre de espíritu aventurero y férreo carácter. Poseía una inmobiliaria desde el año 1922 cuando solo contaba 22 anos y, antes de adquirir esta fracción, ya había participado en la fundación de otros pueblos: Colonia Santa Rosa en Cañuelas, Pcia. de Buenos Aires; Colonia Real Sajama (Santiago del Estero); Colonia Lucila (Santa Fé) y el balneario Punta Indio en el antiguo partido de Magdalena.
Formó una sociedad con su esposa Hilda Protogino, Don Hugo Argentino Papini, Don Oscar Falbo y Don Francisco Tomasini Portas. En 1946, adquirieron una lonja de tierra de casi dos leguas de longitud por doscientos metros de ancho y, a través de cañadones y medanos, construyeron un camino de acceso a la vieja ruta 11 comenzando así la ardua tarea de la fijación de los médanos vírgenes.
Para esta titánica empresa contaban solo con 70 caballos, 4 palas de buey y una pocas roscas con ruedas de goma, traídas desde Punta Indio.
En la convergencia del nuevo camino y el mar, edificaron una hostería totalmente en madera, con techos de tejas y torre de material. Las comodidades iniciales eran mínimas: dos habitaciones, un tanque de hormigón, una pequeña usina y un galpón. En el otro extremo del camino, sobre la ruta 11, instalaron hornos de ladrillos para las viviendas de los futuros adquirentes de lotes.
Durante los años 1948 a 1950, continuaron con la fijación de medanos, realizándose plantaciones de tamariscos sobre el mar y empalizadas de acacias marítimas y álamos para la contención de los vientos.
Asimismo plantaron unos tres millones de pinos adquiridos en el vivero de Pinamar.
A partir de 1951 comienza el desastre, se seca gran parte de la plantación de pinares paralizándose las tareas por falta de medios económicos. Aquella pequeña hostería a la que en 1949 llegaban turistas de Capital Federal quede cubierta hasta el techo por los movedizos medanos. Aire de dos de tres kilómetros de camino de acceso quedaron sepultados por los medanos, un millón de ladrillos fueron robados y el horno desmantelado.
A partir de 1957 comienza una nueva etapa Astengo Morando, que ya había disuelto su sociedad, vende tres fracciones, dos de estas a Don Manuel Rico quien años después bautizará a mas extensa con el nombre de Mar de Las Pampas y otra, más pequeña, con un frente de 300 metros al mar (hoy entre calles 31 y 34), que designara can el nombre Las Gaviotas. Manuel Rico y su mano derecha, el agrimensor Jorge Vázquez, comienzan a efectuar, exitosamente, la ímproba tarea de fijación de medanos.
La tercera fracción es adquirida por el Doctor Pedro Belmes, destacado médico argentino con varios trabajos realizados sobre oxigenoterapia y dueño de La Oxigena S.A. Este activo medico que fue además presidente de la Cooperativa de Médicos de la Republica Argentina, es el primero en hacer conocer públicamente este nuevo balneario de Mar Azul al iniciar, en 1968, con un gran despliegue publicitario la venta de acciones en un loteo que fue ofrecido con preferencia a sus colegas médicos e invitados, a quienes les vendió unos cuatro mil lotes.

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El acceso a este balneario en formación se hacia en esta época, únicamente por la playa durante la marea baja, ya que la salida a ruta 11 (el camino que había construido Astengo) se hallaba en estado de total intransitabilidad. Belmes realizo dos o tres construcciones destinadas a cuidadores y personal de forestación y proyectó la edificación de 500 bungalows destinados como opción para los compradores de lotes. Lamentablemente la Administración Jardín Doctor Belmes Mar Azul (tal la denominación del emprendimiento) que contaba con oficinas en la calle Bartolomé Mitre 2217 de Capital Federal, quebró imprevistamente y la historia volvió a quedar trunca.
A todo esto, uno de los pioneros propulsores de este balneario. Astengo Morando, fallecía tempranamente en 1966, a los 66 años de edad.
Recién en 1976, Don Manuel Rico encomienda al agrimensor Jorge Vázquez y a la empresa constructora e inmobiliaria Di Tulio, la reapertura de antiguo camino a ruta 11 y la urbanización de la pequeña fracción denominada Las Gaviotas. A quebrar también la inmobiliaria Di Tulio, la Empresa Mar Azul S.A dirigida por Manuel Rico, toma a su cargo íntegramente la comercialización de los lotes y la construcción de as primeras viviendas con la consiguiente ocupación definitiva de la tierra.
Comienza así una nueva historia y, con ella, la cristalización de los viejos sueños, culminando venturosamente los proyectos con a hermosa realidad que hoy significan estos tres bellísimos balnearios de nuestra Costa Verde Argentina: Mar de las Pampas, Las Gaviotas y Mar Azul.

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